El principal beneficio de la liberación miofascial es que, al mantener el sistema fascial en buen estado y sin restricciones provocadas por los puntos de gatillo miofasciales, la movilidad de nuestro cuerpo será óptima y éste, por lo tanto, funcionará mejor. Básicamente al eliminar las restricciones fasciales aumentamos la movilidad de todos los tejidos del cuerpo, consiguiendo mayor movilidad articular y mejor circulación de todos los fluidos corporales.
En conjunto nos ayuda a eliminar las toxinas que se quedan acumuladas entre las distintas capas fasciales de nuestro cuerpo. Por lo tanto, la liberación miofascial consigue otros beneficios adicionales relacionados con la retención de líquidos, la mala circulación sanguínea o la celulitis.
En definitiva se busca armonizar el movimiento de todos los tejidos que conforman nuestro cuerpo. Además, el hecho de eliminar los puntos gatillo miofasciales hace que se reduzca el dolor localizado y se gane en calidad de vida.
Y no podemos olvidar que ayuda a conservar y mejorar la correcta postura corporal, por lo que se presenta como una buena arma para la prevención de lesiones y problemas físicos que se achacan a una constante, incorrecta y dañina postura tanto en reposo como en movimiento.
La terapia de liberación miofascial también se presenta como adecuada en personas con diferentes enfermedades, como puede ser la fibromialgia, el lupus, la esclerodermia o la artritis reumatoide.